
Más del 80 por ciento de las amputaciones comienzan con úlceras en los pies debido a la mala circulación en las piernas. Una úlcera que no cicatriza y que causa daño severo a los tejidos y huesos puede requerir la extirpación quirúrgica (amputación) de un dedo del pie, un pie o parte de una pierna.
Hay muchas razones por las que las heridas crónicas no cicatrizan, pero la razón principal se debe a la mala circulación en las piernas o incluso a la mala circulación en los pies.